Los cuatros principales factores que provocan la pérdida de suelo fértil son:
- Deforestación
- Agricultura intensiva
- Contaminación
- Urbanización.
1. LA DEFORESTACIÓN: es la destrucción a gran escala de los bosques y selvas por la acción humana. Se realizan talas o quemas por la industria maderera, así como para la obtención de suelo para la agricultura y ganadería. Todo esto tiene un impacto adverso en la fijación de carbono atmosférico (CO2), es decir, se altera el ciclo del carbono ya que son las plantas las responsables de esta función. Algunos científicos apuntan que la falta de árboles aumentaría la cantidad del dióxido de carbono en la atmósfera lo que se reflejaría en un mayor efecto invernadero del planeta (cambio climático).
Las regiones deforestadas tienden a una erosión del suelo y se degradan a tierras no productivas. Además se produce un daño en las hábitats y como consecuencia perdemos biodiversidad.

3. CONTAMINACIÓN: La capacidad de los suelos para asimilar las intervenciones humanas sin deteriorarse ha sido sobrepasada en muchos lugares, como consecuencia de la producción y acumulación de residuos industriales, mineros o urbanos. Por ejemplo: una actividad con gran riesgo de contaminación de suelos es la minería, por su poder modificador del paisaje y sus descargas de residuos tóxicos.

La mala eliminación y ausencia de tratamiento de basuras se añade a los problemas anteriormente mencionados, también les siguen los residuos industriales y el vertido ilegal de estos, que suelen ser altos contaminantes.

El suelo es nuestra fuente de alimentos. Todas las actividades que llevemos acabo deben asegurar el suelo agrícola, para que podamos utilizarlo sin temor a que desaparezca su fertilidad.
La desertificación (pérdida parcial o total del suelo fértil y productivo) es un problema actual, que va ligado al aumento de la población global.
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