domingo, 27 de mayo de 2012

Las dos caras de una moneda. (tema 6 ej.A)

La Tierra es nuestro hogar.
El único lugar en el que somos capaces de sobrevivir.
Es un planeta con las condiciones perfectas para el ser humano, no conocemos otra casa.

¿Por qué la Tierra sí y Marte, la Luna o Venus no?

La clave es nuestra atmósfera.

La luz procedente del Sol calienta la Tierra y esta libera parte del calor en forma de radiación inflarroja. Existen gases en la atmósfera que tienen la capacidad de retener parte los inflarrojos, así que no todo el calor que había entrado sale de nuevo.
Gracias a estos gases vivimos en un planeta confortable, ya que sin ellos la Tierra sería un lugar gélido e inhóspito.

Estos gases se llaman gases de efecto invernadero, ya que un invernadero dedicado al cultivo tiene el mismo objetivo, evitar que el calor salga con facilidad para así mantener dentro una temperatura más alta.

Si la Tierra no tuviese efecto invernadero, su temperatura sería de -18ºC. Gracias a él, la temperatura media de nuestro planeta es realmente de 15ºC.

El gas más importante es el vapor de agua, que retiene las dos terceras partes del calor que absorbe la atmósfera. El siguiente gas principal es el dióxido de carbono. Siguiendo a estos dos nos encontramos con el ozono, el óxido de dinitrógeno, el metano, los CFC y otros.

Hasta aquí todo está bien, el efecto invernadero es necesario y además esencial. Pero ¿qué está pasando? Estudiemos la situación actual de la Tierra, las últimas noticias:

  • En el último siglo, la temperatura del planeta ha aumentado 0,74º C, y lo seguirá haciendo a un ritmo de 0,2º por década. 
  • Polos y glaciares se están derritiendo. Es la primera consecuencia directa del aumento de la temperatura en todo el planeta. 
  • Huracanes, inundaciones, olas de calor... Los 3.000 científicos que han redactado los informes del IPCC ( el Panel Intergubernamental del Cambio Climático) sobre el cambio climático están de acuerdo en que el planeta está enfermo.
  • La OMS estima que, en las últimas tres décadas, el cambio climático ha sido responsable de unas 150.000 muertes anuales en los países en vías de desarrollo.
  • En todo el mundo, al menos 279 especies de plantas y animales se están "desplazando" hacia los polos como respuesta al calentamiento global, buscando climas más propicios para su desarrollo. Hasta el 30% de las especies del planeta pueden acabar desapareciendo según el IPCC.
  • En cambio climático causa el 60% de las migraciones, según la ONU. Los refugiados medioambientales ya superan en número a los desplazados por las guerras.

¿Calentamiento global? ¿Cambio climático? 

La actividad humana está generando año a año un incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero, que provocan  el progresivo e imparable aumento de las temperaturas del planeta, es decir, el calentamiento global.
El hombre, con sus emisiones, está llegando a alterar su propio planeta. Está provocando el cambio climático, cuyas consecuencias son atroces.

Nosotros no controlamos la cantidad de vapor de agua, ya que al formar parte del ciclo del agua su concentración varía continuamente sin que nadie pueda remediarlo. 
Por eso, tenemos que orientarnos hacia otros gases sobre los que si podemos intervenir.

El estudio comparativo de las series históricas de emisiones de CO2 y de temperatura media en el planeta parece mostrar una relación significativa entre ambos parámetros, más allá de las fluctuaciones propias del clima:
Negro: concentración de CO2 (ppm)
Gris: temperatura media

Había 280 partes por millón de CO2 en 1800, antes de la Revolución Industrial.
En la actualidad rondamos las 400 partes por millón.


Los expertos, científicos y personas que estudian el cambio climático llevan años aconsejando reducir de forma drástica las emisiones de dióxido de carbono.

Las principales países contaminantes son:
China y EEUU que emitieron en 2009, 6.012 y 5.902 millones de toneladas de CO2 respectivamente.

He recogido a continuación las soluciones que dan tres expertos distintos, cada uno de ellos tiene un punto de vista diferente sobre este problema:

  • LOVELOCK: "La catástrofe es irreversible".  Él apuesta por la energía nuclear como energía imprescindible para conservar nuestra civilización, la única capaz de proporcionar alimentos, calor y electricidad a los supervivientes de la catástrofe climática en su retiro ártico.
  • AL GORE: "20 años para prevenir el desastre". Gore sostiene que si logramos reducir las emisiones entre un 60 y un 80% en las próximas décadas, lograremos estabilizar el incremento de temperatura en un máximo de dos grados. Pregona 10 sencillos gestos individuales que pueden cambiar el destino fatal del mundo: usar bombillas de bajo consumo, conducir menos, reciclar más, revisar los neumáticos, usar menos agua caliente, ajustar el termostato, plantar un árbol y desenchufar los aparatos eléctricos.
  • TOHARÍA: "No se puede asegurar qué va a pasar". Piensa que no hay alternativa a la actual producción de energía a través de combustibles fósiles (máxima causante de emisión de dióxido de carbono) y que, aunque la hubiera, si fuera más cara, tampoco serviría. Mantiene que la actitud individual es un gran arma contra el calentamiento global y que si los ciudadanos de los países no malgastásemos recursos, el problema disminuiría.
Los números no engañan, pero las interpretaciones de estos son abiertas. El parecer ellos coinciden en el siguiente titular: la Tierra se calienta y el responsable es el hombre...
...con las emisiones de dióxido de carbono.



¿Es esto verdad?

¿El dióxido de carbono es un contaminante? 
El CO2 es un gas natural producido por todos los seres vivos. Tú estás hecho de CO2, yo estoy hecha de CO2... 
Si profundizamos más averiguamos que los humanos no son la principal fuente de CO2. Los humanos producimos una pequeña fracción, si hablamos en porcentaje un solo dígito del gas que se produce en la atmósfera. Los volcanes producen más CO2 cada año que todas las fábricas, coches y aviones y otras fuentes de CO2 humanas puestas juntas. Más aún producen los animales y las bacterias, que producen 150 mil millones de toneladas cada año, comparadas con los 6,5 mil millones de toneladas provenientes de los humanos. Una cantidad aun mayor de CO2 proviene de los vegetales muertos, de las hojas que caen al suelo por ejemplo en otoño. Pero la mayor fuente con diferencia de CO2 son los océanos.
El océano es la mayor reserva en la que se almacena este gas cuando sale de la atmósfera o de dónde sale cuando es readmitido en la atmósfera. Si se calienta, la superficie del océano tiende a emitir CO2. Del mismo modo, si se enfría la superficie del océano, el océano puede disolver más CO2. Así pues cuanto más calientes los océanos, más CO2 producen y cuanto más fríos están, más absorben. 
Esto nos lleva a la conclusión de que el dióxido de carbono no es la causa de este calentamiento, de hecho, podemos deducir, que el calentamiento produce el aumento de CO2, ya que se liberará mucha más cantidad de este gas por los océanos.


El proceso que siguen los científicos para estudiar temperatura y cantidad de CO2 es el siguiente:
Las bloques de hielos se perforan profundamente para mirar atrás en la historia de la Tierra. Las muestras de hielo son recogidas y de ellas se utilizan sus isótopos para reconstruir la temperatura. Con estos datos se elabora una gráfica, como la añadida anteriormente, de tal manera que podemos observar como cuando hay más CO2, la temperatura aumenta. Esto es defendido por Al Gore, por ejemplo. 
Pero de estas muestras  también se puede liberar la atmósfera que está aprisionada en el hielo  y entonces miramos el contenido de CO2. Existe una correlación entre CO2 y temperatura, pero es al revés que la defendido por Al Gore.

Línea roja: temperatura
Línea azul: CO2



La temperatura sube o baja, y entonces, tras unos cuantos centenares de años de sigue el CO2.
Así la temperatura se adelanta al CO2 por unos 800 años. Esto tiene su explicación:
Los océanos son tan grandes y profundos que les lleva literalmente cientos de años calentarse o enfriarse.  El desfase de tiempo entre la temperatura y el CO2 es algo a lo que los científicos llaman memoria de los cambios de temperatura. El océano tiene memoria de los acontecimientos pasados.
Si ahora mismo alguien notase cambios en un océano, creería que se está produciendo un cambio en el sistema climático, pero en realidad, ese cambio ya ha ocurrido. Significa que algo ocurrió en una parte remota del océano decenas o centenares de años antes, cuyos efectos se están empezando a notar ahora. 

Entonces, llegamos al mismo punto de antes, el aumento de CO2 no es el causante del calentamiento, si no  un producto de este.
¿Esto significa que toda la teoría del cambio climático que culpa de los humanos es falsa?
La mayoría del aumento de la temperatura, de el calentamiento actual, ocurrió antes del 1940, antes de que la gente tuviese coches o existiese la luz eléctrica. Por lo tanto, no podemos decir que el CO2 haya determinado las temperaturas globales.

Entonces, ¿qué determina el clima de la Tierra?

Las manchas solares son campos magnéticos intensos que aparecen en periodos de mayor actividad solar.   Antes de saber todo esto, los astrónomos de alrededor del mundo solían contar el número de  las manchas  solares con la creencia  de que más manchas señalaban tiempo más cálido. En 1983 se observó  que durante la pequeña Edad de Hielo no hubo casi ninguna mancha solar visible en el Sol. Importantes científicos decidieron recopilar un registro de manchas solares del siglo XX y compararlo con las temperaturas registradas. Y encontraron lo siguiente:



una increíble correlación entre lo que ocurría en la Sol y los cambios de temperatura en la Tierra.
La actividad solar había aumentado pronunciadamente hasta 1940.

Estos son los gráficos publicados por un astrofísico de la universidad de Harvard en 2005:

Línea azul: cambios de temperatura.
Línea amarilla: CO2

Línea azul: cambios de temperatura.
Línea roja: actividad solar.

La respuesta es el Sol.


La parte más difícil viene ahora, cuando estas dos teorías son expuestas y explicadas. Cada uno cree que tiene la verdad, y además tiene evidencias científicas que la respaldan, por tanto, ¿con cuál nos quedamos?
Quizá desde el egoísmo creemos en la segunda opción, una opción en la que nadie es culpable. No podemos hacer nada para cambiarlo, y que la naturaleza siga su curso. 
Lo que si tenemos que admitir es que el CO2 es un gas invernadero, un gas que constantemente estamos emitiendo de manera artificial a la atmósfera... ¿tanto nos costaría limitar esas emisiones? Podemos trabajar de manera individual, ayudando a la Naturaleza. Una persona podrá aportar una sola gota, pero gota a gota  se hace el océano.
Mi solución es la búsqueda del desarrollo sostenible. Encontrar el equilibrio humano, independientemente de los causantes externos. 
Ni un extremo ni otro.



Nuestra casa, la Tierra, está amenazada y eso es algo que nos perjudica a todos, a todos por igual. 
En el planeta vivimos pobres y ricos, inteligentes y torpes, altos y bajos, negros y blancos sin que nuestra madre Naturaleza haga preferencias y sin exigirnos nada. Como huéspedes que somos, deberíamos hacer lo mínimo: respetar y comprometernos con la vida. 





P.D: Si lo has leído me gustaría que me dejases un comentario con tu opinión, gracias.


1 comentario:

  1. Muy bien.
    ¿Sabes que he oído hace poco que Lovelock ya duda de sus palabras?. Parece que está considerando la posibilidad de que en realidad el ser humano no tenga tanto poder destructivo.

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